Esta entrada es en parte en agradecimiento al bloguero CésarJM, que se propuso la incréible tarea de publicar recuerdos a través de los fabulosos libros de primaria de los 80. Hace poco el amigo César nos dio la noticia que la SEP decidió subirlos a una página donde se pueden consultar.
En mi infancia tuve mucho contacto con esos libros ya que tuve tres hermanos mayores y me daba por echarle un ojo a los libros que dejaban atrás después de cada año escolar.
Es padre volver a ver esas sencillas portadas
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ese patrón del forro interior
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la cantidad de arte padrísimo de que estaban repletos
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y las fotos con una muestra real de nuestros rasgos físicos.
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De las constantes visitas a esos materiales se me grabaron varias lecturas e imágnes a las que no podría regresar porque ya casi nadie conserva esos libros (y mucho menos yo, que me daba por recortarlos para usar una que otra imagen como estampita adhesiva). Aquí les dejo una breve selección de imágenes y textos que se quedaron grabados por alguna razón en mi cabeza.
La Clepsidra
Ah, cómo me volvía a la mente la imagen de una botellita de refresco con ojos y toda deforme de nombre (según yo) Clepsidra. En una hilación de ideas, esa botella me recordaba también a la famosa botella de cola con que inicia el Bolero de Ravel en la cinta Allegro Non Troppo, de la que ya hablé en este blog. Al encontrar la dichosa página en el libro de español de 6o año, me entra un bombardeo de recuerdos con las imágenes que les comparto.
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Romance de las señas del marido
Estos versos se me quedaron muy grabados junto con las imágenes que contenían. Era muy padre leerlos aunque estoy casi seguro que también los recuerdo con las voces de mis hermanos, ya que en una casa sin televisón, ¿qué otra cosa se podía hacer si no leer lo que nos caía entre las manos? Este texto que aparece en el libro de Español de 4to.
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La plapla
Esta lectura estaba muy entretenida. De veras hacía trabajar la imaginación eso de pensar en la letra con patitas que se revelaba. Excelente selección para el libro infantil.
Qué hace el viento cuando no sopla
Recuerdo mucho esta historia de la niña Jacinta (que padres nombres, por cierto); como cada persona a la que preguntaba daba una respuesta según su profesión.
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El campesino y los pasteles
Un cuento muy recordado por todos mis contemporáneos. Estoy seguro haberlo leído en algún otro libro pero definitivamente de las imágenes que me acuerdo son estas.
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La invasión de Neblumo
En el libro de Ciencias Naturales de 2o de primaria venía una lectura soble la contaminación y desde ahí se grabó la palabra neblumo. Y caramba, me acordaba perfectamente que el dibujante era dzib, es decir, recordaba que los dibujos eran parecidos al los de el palitroche.
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El gigante egoísta
He leído varias versiones de esta bella historia de Oscar Wilde, pero mi gusto comenzó en estos fabulosos libros de primaria.
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El palitroche
Esta historia está muy padre y creo que el dibujo en especial eran de lo más llamativos. El amigo César en algún momento escribió algo sobre el artista que los firmaba: dzib. En este mismo libro de lecturas 3o de primaria hay muchos otros monos de dzib y son un agasajo.
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Dedos de luna
Esta historia me gustaba mucho. Los dibujos no eran precisamente los más vistosos, pero ayudaban bien a entender. Recuerdo mucho las masacaras del abuelo, si bien grotescas, muy padres.
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Los refranes y adivinanzas
Qué se puede decir de estos refranes, adivinanzas o trabalenguas. Yo recuerdo que me grababa las adivinanzas y salía a preguntarlas a los carpinteros al patio común de los departamentos en donde vivía. De los refranes recuerdo mucho estás imágenes y de trabalenguas de Pepe Pecas... quién no se sabe el trabalengua de Pepe Pecas.
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Hay una catidad bárbara de recuerdos en esos libros que no caben en una entrada, así que, mientras aún se pueda, acérquense a esta página y revivan ese pedazo de tiempo del pasado.
Y al amigo CésarJM, mil gracias.
La lectura de "El Palitroche" no se llama así, se llama "Pita descubre una palabra nueva"
ResponderEliminarTienes toda la razón. ¡Gracias por visitar este blog!
ResponderEliminarPor fin encontré la lección de la invasión de neblumo 😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀 y otras más que me encantaban
ResponderEliminarNo cabe duda que eran libros entrañables, y los monitos otro tanto. ¡Saludos!
EliminarEs una pena que este enriquecimiento cultural no exista actualmente en estos libros. Dónde quedo esa educación que tanto nos formó dónde el maestro (a) era como nuestra mamá y no podíamos faltarle a respeto
ResponderEliminarCiertamente dejaron huella, y quizá mucho del encanto de esos libros se deba a la poca interferencia de la tecnología que existe hoy. En las colonias populares se nos iba mucho la luz y eso daba excusas extra para abrir los libros con monitos de primaria. ¡Saludos!
EliminarMe encantó encontrar este blog. Gracias infinitas
ResponderEliminarGracias.. de lo mejor que he encontrado
ResponderEliminar¡Gracias por tu visita!
EliminarSaludos Retroman y excelente tu reseña!! Gran trabajo en tu blog.
ResponderEliminar¡Qué tal! ¡Feliz que hayas visitado este espacio! Este blog le debe mucho a blogs como el tuyo. ¡Muchas gracias!
EliminarEran mas bonitos esos libros que los actuales y los dibujos ni se diga seria muy padre volverlos a tener entre las manos sobre todo lo bonito es recordar esas paginas y el olor de los libros nuevos
ResponderEliminarPienso igual. He visto los nuevos libros y su arte me parece menos colorido, más sombrío para mi gusto. Quizá también más uniforme. Y sí, el olor al libro recien entregado es inovidable. ¡Saludos!
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