Durante los inicios de los ochenta, el medio predominante
era la radio. La televisión no tenía programación las 24 horas del día como
hoy, por fortuna, y poca de la programación de entonces me llamaba la atención.
Añádasele a eso el hecho de que con mi estatura no alcanzaba ni a rozar la
perilla para encender el televisor.
En la casa predominaba la música en español, ya que sólo a
mi hermano mayor le daba por poner música en inglés. Sin embargo él mismo llevó
en algún momento un LP de Piero llamado simplemente Los Grandes Éxitos de
Piero. Es probable que al principio no me gustara su música, pero después de
algunos años la identifiqué definitivamente como parte de la banda sonora de mi
vida.
Piero de Benedictis es italiano de nacimiento, pero vivió
desde los tres años en Argentina. Desde muy joven comenzó su carrera, primero
interpretando canciones populares, hasta lograr el éxito con canciones coescritas
con el poeta José Tcherkaski. De este periodo, a inicios de los 70, es la mayor
parte de la música de aquél LP que mi madre hace una década consideró digno del
bote de basura, durante el reino de terror de los CDs.
Otro aporte de mi hermano: Piero cantando para niños. |
Las únicas canciones de Piero que recuerdo haber
escuchado con regularidad en la radio eran dos: Llegando llegaste y Mi viejo. La
primera era y sigue siendo una clásica en las recopilaciones de música
denominada romántica, y ahora llamada del recuerdo. La segunda es una
inevitable en los festejos del día del padre. Creo que incluso hay una versión de
Vicente Fernández, el cachetes de tuna. El
disco de mi hermano, sin embargo, tenía más que ofrecer.
A inicios de los 90 comencé a utilizar (yo solito y sin ayuda)
el tocadiscos familiar y comencé a explorar la herencia de LPs que me tocaba.
Nuevamente me encontré al viejo Piero y desde entonces no dejo de tocarlo. Las
canciones que inicialmente payoleaba más eran las más claras en su letra: Mi
viejo, Caminando por Caracas, De vez en cuando viene bien dormir, Si vos te vas.
Había también un grupo de canciones más bien bohemias que
hoy prefiero más. Los temas son más profundos, tiene un algo de crítica social,
sin ser subversivos. Des este tipo son Juan Tequila (Juan Boliche), Vengo, e Y
todos los días. Fumemos un cigarrillo es un gusto que se manifestó más recientemente.
Aún durante los años 2000, cuando el internet ya no
podría parar la piratería, tuve acceso a más Piero poeta y encontré grandes
temas como Piel de diciembre, Tengo la piel cansada de la tarde y Pedro Nadie.
Y aún más, conocí esa etapa, siempre tabú para los medios, de tantos artistas
que eran activistas contra las terribles dictaduras de la época: la canción de
protesta. De ese grupo de temas destaco Para el pueblo lo que es del pueblo,
pero sobre todo, Coplas de mi país.
Es un placer remontarse a esos días de poca imagen y más sonido que nos permitían, y
aun nos exigían, mucha imaginación. Recrear la letra para ver lo que escuchábamos
era un trabajo muy redituable, solos o acompañados, hacía un buen entretenimiento.
De vez en cuando viene bien revalorar la sencillez de los tiempos de antaño
para aprender a disfrutar los escasos momentos en que nos concedemos vivir sin una pantalla que mirar.