domingo, 24 de diciembre de 2017

1990s:El Mundo de Beakman

Y volviendo a la TV, por allá del 93 o tal vez 94, a cuenta de nuestras clases de física, mi cuate el Chacal me habló de un programa llamado El Mundo de Beakman. Y es que en aquel entonces, de muchos de los programas de moda nos enterábamos por la chacota escolar. Se hablaba del último capítulo de Los Simpson, del de Dragon Ball Z, de los chistes de Al Derecho y al Derbez; y de pasada, de El Mundo de Beakman.


El Mundo de Beakman era (¿es?) un programa dirigido al público infantil y juvenil en el que un entusiasta de la ciencia, Beakman (Paul Zaloom, actor y titiritero de oficio), de pelo hirsuto y con su icónica bata verde pastel, y sus ayudantes explicaban temas relacionados con las ciencias. 


El programa está basado en el libro llamado You Can With Beakman And Jax.


Durante el programa, Beakman explicaba y ejemplificaba fenómenos físicos y químicos, contestaba preguntas del público, y realizaba experimentos para probar algún concepto.


El gancho del programa era la comedia que lo acompañaba a cada momento: desde la presentación del programa con los pingüinos Don y Herb, hasta las imágenes con que se apoyaba Beakman para explicar el fenómeno en turno. 


En mi caso (seguro es el de muchos, no soy tan especial), me divertía mucho con la frustrada rata Lester (el desaparecido Mark Ritts), que era una parte muy cómica ya que hacía de buen patiño para los experimentos y retos que le ponía Beakman. Y la voz.... ¡Ah, qué padre voz!


Además estaban personajes que el mismo Zaloom hacía, como el del cocinero (cochinón) Art Burn.


Beakman tuvo tres ayudantes Josie, Lisa  y Phoebe. De las tres, la que más me agradaba era Josie, porque tenía una cara muy expresiva y era fenomenal presentando a Beakman. En este capítulo se puede ver esa energía desde el minuto 7:58.




Y qué decir de su voz: Laura Torres, mejor conocida como Goku chiquito, ni más ni menos.


Este es otro de los puntos fuertes de este programa, el doblaje era excepcional con Juan Alfonso Carralero (por mucho tiempo, la voz  de Will Smith), y Salvador Delgado (¿Todavía se acuerdan de Doctor House?). Los actores que daban voz a los pingüinos eran otros grandes del área: Alejandro Villeli (el cantinero Moe) y Octavio Rojas (el Sr. Smithers).




El programa tuvo 4 temporadas y se podía ver un cambio ya en las últimas. Había más personajes interpretados por Mark Ritts y Paul Zaloom comenzaba a verse cansado. 

Pero no tan cansado como para no venir a México 10 años después; no, menos, 20 años después, al 75 aniversario del Instituto de Física de la UNAM. Ante un público eufórico, Beakman y su actor de doblaje de cabecera, Juan Alfonso Carralero, hicieron revivir la gloria de este fenómeno noventero.



Y aquí la evidencia...


Dos años después, Beakman (Zaloom) volvió a México, esta vez a la Feria del Libro del Instituto Politécnico Nacional, y ahí refrendó su sorpresa ante el reconocimiento que le tenemos en México al entrañable personaje.


Y qué más se puede decir que no se haya dicho. El Mundo de Beakman es uno de esos pocos programas educativos que trascienden el tiempo, porque casi estoy seguro que por fortuna sus repeticiones jamás abandonarán las pantallas de nuestra maltrecha TV nacional.

domingo, 17 de diciembre de 2017

1980s-1990s: Selecciones de Reader's Digest

Y siguiendo con las revistas que se leían en los 80, por medio de los vecinos dueños del departamento en donde vivíamos tuvimos contacto mis hermanos y yo con algunas revistas que sacaban al patio para después tirarlas a la basura. De entre ellas recuerdo que mis hermanos (¿quizá más bien sólo el mayor?) “pedían prestadas” unas revistas pequeñas llamadas en letras grandes Selecciones, y en chicas del Reader’s Digest.


Recuerdo mucho la presencia de estas revistas pero no los contenidos, así que esta será otra entrada corta. Lo que sí recuerdo de la revista eran algunas secciones cortas que me llamaban la atención.


La sección que más me suena era La risa, remedio infalible. Yo no sé si comprendía bien los chistes, pero a veces la sección tenía algún dibujito. Hay sin embargo un chiste que sí recuerdo de esos días y que alguno de mis hermanos habrá contado. Aunque dudo que haya salido realmente de esa sección, no dejo de relacionarlo con ella. El chiste iba más o menos así:

Tenemos una noticia buena y una mala.
La buena es que Estados Unidos nos ha perdonado la deuda externa.
La mala es que tenemos 15 minutos para salir del país.

Aquí una muestra de esos chistes de la Selecciones.


La segunda sección la entendía menos pero nunca olvidé su nombre: Citas citables. El contenido se explica solo, y aquí va un ejemplo.

 



Una última sección que recuerdo es Enriquezca su vocabulario. Como su nombre lo indica, era una sección sobre palabras que funcionaba como cuestionario de opción múltiple. La sección tenía una lista de palabras y uno tenía que elegir el significado correcto de un grupo de opciones. Aquí un ejemplo.



De la revista ya no supe más después que nos mudamos de casa. Mi padre llegó a comprar una revista con formato similar pero con contenidos nacionales. La revista se llamaba Contenido, y al igual que la Selecciones, aún se sigue editando.


Tiempo después, me enteré que había libros que se publicaban con la marca Selecciones del Reader’s Digest. Algunos eran compendios de historias y narrativa que aparecieron en las revistas


otros eran publicaciones que supongo que Selecciones decidió traducir e importar. 



A pesar de que la revista Selecciones tenía una marcada línea pro Estados Unidos, el haber tenido acceso a revistas así me permitió desarrollar mi habilidad de lectura, así que es una experiencia que le agradezco a los vecinos de esos días ochenteros.