Una colabroación más de J.C.
R.E.M. es el periodo en el cual, mientras dormimos, ocurren los sueños a la vez que los ojos realizan una serie de pequeños movimientos rápidos. Stipe, Mills, Buck y Berry no lo sabían hasta que tomaron un diccionario para buscar un nombre interesante para su recién formada banda en el año de 1982.
R.E.M. es el periodo en el cual, mientras dormimos, ocurren los sueños a la vez que los ojos realizan una serie de pequeños movimientos rápidos. Stipe, Mills, Buck y Berry no lo sabían hasta que tomaron un diccionario para buscar un nombre interesante para su recién formada banda en el año de 1982.
Mills, Stipes, Buck y Rafa, de Hombres... digo, Berry, de R.E.M. |
Afortunada o desafortunadamente, al escuchar R.E.M. en un contexto musical parece inevitable asociarlo con su canción más popular, Losing My Religion, que incluso los miembros de la banda han reconocido que cambió el curso de su carrera.
En mi caso, debo admitir que mi historia con ellos comenzó con el álbum Out Of Time de 1991, del cual forma parte la mencionada canción. Sin embargo, tengo que decir que mi hermano fue quien compró el CD porque le gustaban todos los sencillos del mismo incluyendo: Radio Song y Shiny Happy People. También debo decir que antes de estas famosas canciones, había escuchado (pero no valorado) otras como It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine), The One I Love, Stand y Orange Crush.
Shinny Happy People (1991)
Orange Crush (1988)
Aunque Out Of Time es un buen disco, R.E.M. logró atraparme con canciones como Drive del Automatic For The People (1992) y Bang And Blame del Monster (1994), dos de mis álbumes favoritos del grupo. Otras canciones que me permitieron apreciar a R.E.M. incluyen Electrolite, All The Way To Reno y Leaving New York, por mencionar sólo algunas de su extenso catálogo.
Drive (1992)
Bang and Blame (1994)
Para iniciarse en su discografía he de recomendar The Best Of R.E.M. In Time. 1998-2003, compilación que me ayudó a ponerme al corriente con su música, pues al conocerlos de manera tardía, creía casi imposible seguirles el paso.
Además, de ésta, otra recopilación más completa es Part Lies, Part Heart, Part Truth, Part Garbage. 1982-2011, que incluye cuarenta canciones representativas de toda su carrera.
Tristemente, nunca los pude ver en concierto ya que ni yo ni nadie esperábamos su repentina disolución en 2011. No obstante, para disfrutar de su arte de forma audiovisual, existen tres DVDs muy recomendables. El primero es Perfect Square, concierto de la gira The Best Of R.E.M.
El segundo es R.E.M. Live, que además incluye un CD doble con todos los temas en vivo. Finalmente, el DVD que salió a la par con In Time, compila algunos de sus mejores videos promocionales.
El único lado positivo de que el grupo ya no exista, es la reciente reedición de sus mejores trabajos. Por ejemplo, la bella edición del 25 aniversario del icónico Automatic For The People, a penas publicada a finales del 2017, que entre el material extra contiene un disco en vivo que vale mucho la pena escuchar, además de postales de cada integrante de la banda, un póster y un cuadernillo con liner notes.
En fin, podría continuar escribiendo páginas enteras sobre sus canciones, álbumes, ediciones especiales, reediciones, DVDs y cualquier tipo de producciones relacionadas con R.E.M., pero únicamente adentrándose en su vasto catálogo, uno puede de verdad estimar el gran legado musical de esta talentosa y longeva banda.
Por favor, escuchen más allá de la sobreexpuesta Losing My Religion: estoy seguro de que se llevarán una grata sorpresa.