viernes, 28 de diciembre de 2018

1990s: 90s Pop Tour o de gustos culposos

Por J.C.
Por casualidad mientras buscaba discos en una tienda, descubrí el CD doble con DVD titulado 90s Pop Tour Vol. 2. Lo volteé para examinar los tracks que incluía y me llamó la atención que conocía muchos de ellos, por lo cual decidí comprarlo para ver el DVD.




Ese día en la noche se lo mostré a mi hermano y lo convencí para que lo viéramos juntos. Antes de ponerlo, la verdad es que no sabíamos qué esperar y empezamos a verlo con reservas. Mientras lo veíamos, nos sorprendió darnos cuenta de cuántas canciones nos gustaban, incluso de cantantes que habíamos ignorado en su momento. El DVD incluye a Fey, OV7 (u Onda Vaselina), Caló, The Sacados, MDO, JNS (o Jeans), El Círculo (o Ragazzi), Litzy, Beto Cuevas e Irán Castillo.


Después de ver el concierto con una duración de más de tres horas, investigamos en internet y averiguamos que el volumen 1 también incluía a Aleks Synek y a Erik Rubín, además encontramos que también había otro ensamble similar llamado Únete a la fiesta con Moenia, Kabah, Sentidos Opuestos, Magneto y Mercurio. Me di a la tarea de conseguir ambos CDs (con sus respectivos DVDs cada uno), los cuales, aunque nos gustaron, no nos parecieron tan buenos como el primero que habíamos visto.


Cuando todos estos cantantes coreográfico-vocales estaban de moda en los noventas, mi hermano y yo empezamos a escuchar Radio Activo 98.5, y comenzamos a alejarnos de la música pop en español. A veces es difícil reconocer que nos agradan ciertos tipos de música por los estigmas y prejuicios que existen alrededor de éstos, por lo que los llamamos “gustos culposos.” No obstante, a pesar de todo, me gustó recordar mi adolescencia con algunos de los temas que me agradaban y algunos de los cuales todavía disfruto en secreto.


Con respecto a los prejuicios hacia los gustos musicales, tengo una anécdota muy ilustrativa. Cuando estudiaba el bachillerato, el grupo de compañeros con quienes solía pasar el tiempo sabían que me gustaba el pop en español, pero también sabían que me gustaba la música “rara” entonces conocida como “alternativa.” Una vez, empecé a platicar con una compañera ajena a mi círculo de compañeros regulares y ambos coincidimos en que nos gustaba la música alternativa. Su grupo favorito era Nirvana y el mío, The Offspring


En ocasiones platicábamos de este tipo de música, hasta que un día alguien le dijo que me gustaba el pop en español. Me lo preguntó directamente para confirmarlo, le dije que sí, sonrío con un poco de disgusto, se dio la media vuelta, se fue y nunca me volvió a hablar. Fue una lástima porque no había nadie más con quien platicar de bandas que surgían o se popularizaban en los noventas y noa llamaban la atención a mí y a mi hermano, como Garbage, Green Day, The Smashing Pumpkins, Stone Temple Pilots o 311. Todo por un simple y vano prejuicio. ¿Había algo de malo en que me gustaran los dos tipos de música?


En fin… Quisiera terminar señalando cómo las letras de estas canciones de pop noventeras no son para nada explícitas en comparación con algunas (o la mayoría) de las letras de los últimos años. Todo lo contrario, hasta parecen inocentes si las empatamos con los temas populares actuales de ritmos como el reggaetón, la salsa, la banda o el mismo pop en español.

Les dejo una pequeña lista (en orden alfabético) de temas recomendables de algunos de los cantantes mencionados en este artículo:

Aleks Syntek – Tú necesitas 
Caló – Ponte atento 


El círculo – Sube que baja 
Erik Rubín – Dame amor 


Fey – Ni tú ni nadie 
JNS (Jeans) – Me pongo mis jeans 

 
Kabah – Vive 
Litzy – No te extraño 



Magneto – Tu mejor amigo 
MDO – No puedo olvidarme de ti 

 
Mercurio – Trece años 
Moenia - ¿En qué momento? 


OV7 – Enloquéceme 
Ragazzi – Baila 


Sentidos Opuestos – Amor de papel
The Sacados – Pensando en esa chica


sábado, 8 de diciembre de 2018

1991: Kid Dracula

Para 1991 no había pasado mucho tiempo desde que había iniciado mi contacto con las video consolas: una flamante Family, la cual era de las primeras versiones pirata del Nintendo japonés, o sea la Family Computer o Famicom.

No era la consola más chula, pero sí era muy pirateable.
Cada martes el carnal Julio y yo nos lanzábamos al tianguis con nuestros proveedores oficiales por el juego pirata más reciente, y en una de esas, que me presentan al Kid Dracula, una joya más de la extinta Konami (quiero decir, la Konami chida). 


Por lo menos los cartuchos eran menos monótonos que sus contrapartes NES.

Akumajō Special: Boku Dracula-ku, mejor conocido como Kid Dracula, era el nombre de este juego, que no tuvo lanzamiento en el mercado occidental, de tal manera que se tenía que jugar en el idioma original.


 Kid Dracula es un juego de plataformas, o sea, mi género predilecto, en donde controlas a un vampiro niño de pelo blanco, (Alucard, ¿eres tú?). Al principio no lo sabía, pero este juego es una especie de parodia de los exitosos juegos de la saga de Castlevania para NES. Y se nota en el diseño de los escenarios y los personajes, sobre todo al principio.

¿Es o no un Castlevania?

¡Que sí, que sí!
Recuerdo que este juego me encantó particularmente, pues era un juego con gráficos muy buenos, bastante grandes para su momento. Otro elemento destacable era la posibilidad de utilizar poderes especiales, cosa que para entonces, sólo recuerdo de otro gigante de la época: Megaman.


Recuerdo haber leído por ahí que gran parte de las razones para no lanzar este juego en este continente se debió a la censura. Tal vez haya sido algunos enemigos del KKK del primer escenario, o quizá las bailarinas de Can-Can en las escenas de bonus.

Para poder acabar este juego, que no es precisamente fácil, dependíamos de un sistema de password de cuatro caracteres en alguno de los alfabetos japoneses, lo cual no nos iba a detener y lo resolvimos dibujando los caracteres en un papel.


Akumajō Special: Boku Dracula-ku es un juego con un tono muy chusco, como se ve en las onomatopeyas de cada chanclazo. 

Pero quizá lo que más me atrajo entonces, fue el diseño del personaje principal.
 

 
Tiempo después, a través de revistas de videojuegos, me encontré con que había una versión que sí llegó por acá, pero para el Game Boy, una de las consolas que nunca tuve en mis manos.

Además, el personaje salió constantemente en la serie Parodius, como piloto seleccionable.
 
 

 

 

Como soy muy obsesivo, y cuando el dolar estaba abajo de 15 pesos, por ahí me conseguí un cartucho usado de Akumajō Special: Boku Dracula-kun, para jugarlo en Nintendo con un  adaptador. Como no me funcionó el adaptador, me lancé a una tienda de autoservició a comprar una de esas consolas de 20,000 juegos, que no son más que la evolución número 500 de esa Family pirata con que me inicié en esto, pero qué se le hace; todo sea por el vicio.

domingo, 18 de noviembre de 2018

1997: Castlevania: Symphony of the Night

En esta entrada quiero hablar de uno de mis videojuegos predilectos desde que soy vicioso del las consolas. Castlevania: Symphony of the Night es el juego que considero mi primer lugar de mis preferidos de esta saga.

https://www.etsy.com/listing/589148698/castlevania-symphony-of-the-night-e3
Conocí este juego en PlayStation pirata, gracias al hermano del Chacal, quien me lo prestó y con ello me confinó a la consola por varias semanas sin parar. Como pocas veces, me enganché a este juego día y noche (incluyendo madrugadas), hasta que le exprimí todo lo que era posible exprimirle. Es más, me la pasé tanto tiempo jugándolo que recuerdo haberlo terminado por primera vez por la madrugada (habrán sido las 4 o las 5). Luego me enteraría  que sólo había terminado la mitad del juego.

 



Por ello, aquí les comparto una lista de reazones por las que pasé horas y horas ante esta obra de arte.

El estilo. Los juegos de platafomas son uno de mis géneros favoritos, y SOTN es un juego de plataformas muy bien realizado. Pero no sólo eso. Este juego en particular es considerado como uno de los que estrenaron el estilo metroidvania, que consiste en explorar un mapa y adquirir nuevas habilidades para acceder a nuevas áreas del mapa antes inalcanzables. Desde entonces no pierdo la oportunidad de conocer nuevos juegos de este estilo.

Metroidvania...
Los elementos RPG. Este juego es el primero de la saga que se requiere subir el nivel del personaje y equiparlo con distintos items. Los RPG son un género en el que me estrené con el fantástico Chrono Trigger y me encantó. Así que esté juego terminó por fortalecer ese gusto. Sobre todo por la gran cantidad de items que se pueden obtener, muchos honestamente medio inútiles, pero significaron una enorme motivación para pasar horas con la consola.


La variedad de enemigos. Un juego tan masivo no podría sostenerse sin una buena variedad de enemigos. Cada área del enorme castillo de drácula tiene una muy interesante cantidad de enemigos, que van desde los típicos esqueletos y murciélagos  hasta los poderosos minotauros, y cerrando con los  imponentes jefes de dos pantallas de tamaño, como Galamoth o el perturbador Beelzebub.





A que impone...
La música. Una de los mejores soundtracks de videjuegos. Para esta consola ya no valían tanto los logros MIDI de la generación de consolas precedente. Aquí cada escenario del castillo tiene temas orquestales impresionantes que acompañan muy bien el tono del juego. Aquí un par de ejemplos.




Y al final, una balada pop, que a pesar de no encajar con el tono mencionado, constituía una novedad.


La historia. Si bien, los juegos de Castlevania no se distinguían mucho por su historia, este juego tiene algunos intercambios entre presonajes y enemigos que hacen más interesante la misión de Alucard. Uno de los puntos más interesantes, a mi gusto, es el intercambio entre Alucard y Succubus. Recuerdo que inclusó memoricé el intercambio inicial entre Alucard y Death.


Los gráficos. La tercer generación de videoconsolas estuvo dominada por los gráficos poligonales en 3D. Yo no logré animarme mucho al principio con este estilo, sobre todo porque en fotos, los juegos se veían de veras muy mal, con una paleta de colores muy limitada. Así que SOTN captó mi atención de inmediato con su estilo 2D y lo colorido de su diseño.



Los detalles. Este es un juego con mucho corazón en su diseño. Es increíble la cantidad de detalles que se tomaron la molestia de incluir. Por ejemplo, la capilla, en donde al sentarse en una silla de confesionario aparecen fantasmas para llorar sus penas o para atacarte a traición. O que decir de la manera en que los familiares se conportan en ciertos momentos, por ejemplo, cuando tu Devil se echa un soliloquio sólo para apretar un botón y despejar el camino a una nueva área del mapa.

La jugabilidad. Todo reponde a la perfección. Incluso los hechizos, programados como combinaciones de botones muy al estilo de los juegos de pelea. 


En fin, un juego lleno de sorpresas que no alcanzan en una entrada. Este maravilla se ha vuelto de culto y es obligatorio jugarlo una y otra vez mientras siga disponible. Por fortuna lo siguen lanzando para las nuevas consolas, así que no hay excusa para las nuevas generaciones, aunque sería todavía mejor que incluyeran los escenarios que fueron exclusivos para la versión Sega Saturn.

domingo, 4 de noviembre de 2018

1990s: Música en blanco y negro - 2x1

Por JC.
Este artículo tiene como propósito enlistar algunos pares videos en blanco y negro de la década de los noventas, en su gran mayoría. Además, se pretende mostrar la dualidad entre estos dos colores y lo que dichos videos podrían representar en la vida adolescente en los años noventa. Es importante mencionar que algunos de los videos incluidos nunca los vi hasta mucho tiempo después debido a que era difícil que los pasaran en la televisión abierta de aquel tiempo.

El primer par de videos son de R.E.M. Pude verlos gracias a un amigo de mi hermano que nos grababa videos de MTV en VHS

MTV: Para unos era cable, para otros un video VHS que una amigo te grababa.
Éstos son; Drive y Bang and Blame, probablemente mis dos canciones favoritas de R.E.M., las cuales sorpresivamente nunca han sido parte de ninguna colección de sencillos o videos del grupo. El blanco y negro de estos videos es inversamente proporcional a la emoción generada al verlos y disfrutar de estas canciones. Además fueron el inicio de mi gusto por su música.



Los siguientes dos videos son de mis artistas favoritos: Pet Shop Boys; ambos fueron dirigidos por Bruce Weber. Por un lado, Se a Vida é, el cual es uno de mis videos favoritos de la banda, seguramente porque es el primero que vi de ellos. Otra vez, gracias al amigo de mi hermano. Por su parte, Being Boring, que pude ver hasta que fue lanzado Pop Art: The Videos, la videografía completa hasta ese momento.

En Se a Vida é, el contraste es muy interesante. A pesar de ser en blanco y negro, tanto la canción como las personas que aparecen en el video dejan en el espectador una sensación positiva. La canción enfatiza la simpleza de la vida en la juventud, mientras vemos escenas de gente divirtiéndose en un parque acuático en Orlando, Florida.


En cuanto a Being Boring, el hecho de que el video sea en blanco y negro y la temática de la canción son elementos nostálgicos. Por otra parte, el video muestra gente preparándose para una celebración o una fiesta. La letra de la canción es sobre la familia y amigos que ya no están entre nosotros y el video sobre celebrar con los que todavía están aquí.


Los próximos dos videos, Disarm y Stand Inside your Love, son de la banda favorita de mi hermano: The Smashing Pumpkins. Y una vez más su amigo. Él nos grababa los increíbles videos del grandioso Mellon Collie and the Infinite Sadness (ninguno en blanco y negro). Quise agregar estos dos porque cuando mi hermano compró Greatest Hits Video Collection (1991-2000), lo veíamos todo el tiempo. 


Lo curioso aquí es que a ambos nos gustaba mucho la canción Stand Inside your Love y coincidíamos en que no nos encantaba el video. No obstante, al verlo recientemente, opino que no está nada mal. Creo que lo mismo podría aplicar para Disarm.




Finalmente, dos videos que nunca vi en su momento: Afuera y Aquí no es así de Caifanes. Los considero porque el disco El nervio del volcán era muy popular cuando iba a la secundaria, y afortunadamente, mi hermano lo tenía y nos gustaba mucho a los dos (al menos los sencillos y otro par de canciones). 




Mi tema favorito era Miedo, el que hasta la fecha sigue siendo mi predilecto de toda la discografía de Caifanes. Lástima que no se hizo video para esta maravillosa canción. Estos dos videos (y en realidad todos los mencionados aquí) representan el contraste entre la simpleza (o grandeza) que le dan el blanco y el negro a los videos musicales, con el color (o palidez) que puede dar una melodía o ciertas combinaciones de imágenes y sonidos a la vida de una persona.

domingo, 14 de octubre de 2018

1990s: Música en blanco y negro - Parte I

La excusa para esta entrada es rescatar algunos recuerdos alrededor de las imágenes musicalizadas de los 90 en donde lo monocromático era una tendencia. 

Aquí yo extrayendo algunos recuerdos del trópico... digo, de los 90.
Haciendo memoria me viene a la mente una y otra vez una buena cantidad de videos musicales, en blanco y negro las más de las veces, aunque por ahí saltan algunos con tonos sepia, y otros tantos en donde prevalecen los colores oscuros y las sombras.

Fast Car- Tracy Chapman (1988)


Los videos musicales era un tema del que hablábamos en el bachillerato en los 90; especialmente porque durante algún tiempo Canal 7 transmitía los videos musicales del momento durante casi todo el día. Aunque es cierto que, en cuanto a videos en blanco y negro, hay muchos videos ochenteros con esa característica.

Every Breath You Take - The Police (1983)



Sweet Child o’ Mine - Guns ‘n Roses (1988)


Sin embargo son los 90 los que me vienen a la mente. Y además, regresan con su correspondiente nostalgia. Recuerdos de etapas en las que idealizamos los intereses románticos o pasábamos malos ratos a causa de ellos, por ejemplo.

More Than Words - Extreme (1990)



Linger - The Cranberries (1993)


 
Otros te recuerdan las limitaciones de tu grupo socioeconómico, como las que te hacen recordar que tus amigos se podían ir a un concierto Vodoo Lounge de los Rolling Stones sin problemas.

Love Is Strong - The Rolling Stones (1994)



Y los hay en donde la falta de color de los mismos te remite a un periodo de tu vida permeado por la sensación de incertidumbre sobre lo que deparaba el futuro.

The Unforgiven - Metallica (1991)

Metallica-The Unforgiven from Mr Floboss on Vimeo.

7 Seconds - Youssou N’Dour y Neneh Cherry (1994)



Supongo que los videos en blanco y negro (o los que tendían más al sepia) deben tener alguna justificación artística por parte de sus directores.
 
One - U2 (1992)


Let Her Cry - Hootie & the Blowfish (1994)



Quizá la preferencia por representar la música en tonos blanco y negro se deba al tono de las canciones o a los temas, o simplemente pudiera ser que es más barato producir un video con tan sencilla paleta. El caso es que canciones y videos despiertan sensaciones noventeras como las que he compartido con ustedes y que vienen con su segunda parte.

sábado, 22 de septiembre de 2018

1987: Destrúktor, el defensor cósmico

A mediados de los 80, cuando ya era fiel lector de Karmatrón y los Transformables, en un par de números, si no mal recuerdo, venía otra historieta de regalo. Tal historieta era Destrúktor, el defensor cósmico.

http://ronintoys.blogspot.com


Destrúcktor era una historieta de ciencia ficción, y al igual que Karmatrón, los personajes principales eran jóvenes, sólo que esta vez eran los pilótos de un robot gigante. Recuerdo que los personajes se llamaban Cosmo, Cucho y Daphne, y que tenían un patiño, al estilo Robby o Jiva, en Karmatrón. El antagonista era compadre de Panteón de Asura, en Karmatrón: el malévolo Astaroth.
http://laloncheradelosrecuerdos.blogspot.com/




De hecho, fueron tan pocos los números que compré de esta historieta, que tuve que darle una manita a mi chompeta para recordar algunas cosas sobre este desaparecido proyecto. 

Como que Destrúktor era una nave llamada Solaris y que había una especie de oración que tenían que decir los pilotos para transformarla en Destrúktor. Algo muuuuuy similar a lo que hacía Zacek para transformarse en Karmatrón, o para que el viejito Mumm-Ra se transformara en luchador de la triple AAA.

institutokubert.blogspot.com

Que Daphne se vestía particularmente demasiado ligero para un personaje de comics para niños.

Que había habido un crossover con el fantástico Karmatrón en las páginas de éste mismo.

institutokubert.blogspot.com
Y recuerdo que algunas contraportadas las ocupaba mini posters de los personajes del comic. 

Mucho de esto no lo puedo mostrar porque en internet prácticamente no hay imágenes de páginas interiores. Pero en YouTube, un usuario tuvo la gran idea de hacer videos con la lectura de las páginas de esta historieta. Aquí el Destrúktor No. 17. (Aunque en ese canal se puede ver desde el No. 1.


El el estilo de la historieta Destrúktor no fue enteramente de mi agrado. Me parecían algo aburridos los colores de escenarios y personajes. Incluso el diseño y el color de Destrúktor no me gustaba mucho, y las tranfornaciones que tenía no me fascinaban. 


De hecho, habré comprado cinco o seis de esas historietas y no las extrañé cuando desaparecieron. Sin embargo, no creo que haya sido realmente un mal comic. Yo creo que simplemente lo comparaba demasiado con Karmatrón y decidí que no valía la pena. 

Ya a finales de los ochenta, cuando volvía a hacerme coleccionista de Karmatrón, no se veía en los puesto de revistas la serie de Destrúktor, pues parece que simplemente se dejó de publicar a partir del número 33. Para quienes esténinteresados en saber más sobre este interesante proyecto, les dejo esta liga con un excelente reportaje:



sábado, 1 de septiembre de 2018

1980s: El lanzacorcholatas y otras armas lúdicas

Durante nuestros días de chamacos tuvimos como entretenimiento películas y series de televisión con temas bélicos pero también con temas de héroes pistoleros. Todavía no se había suprimido el racismo de las películas de indios y vaqueros y era muy común verlas por las mañanas en Canal 5 durante El Cinito del Tío (Gamboín), y los domingos en la barra Cine Permanencia Voluntaria.


También estaban las series de las que hablaremos después como los Inrrascables y Combate. El caso es que había pistolas y armas de fuego por todos lados, así que para ponerse a jugar a que éramos soldados o vaqueros pasamos de imaginar que las manos o una rama de árbol eran un revolver o un rifle, al desarrollo de una tecnología de juguetes bélicos muy mexicana (creo): la lanzacorcholatas (o lanzafichas).

Aquí los Inrascables




Y aquí los Intocables
Desconozco de dónde salió la idea de este milagro de la ingeniería, pero del taller de carpintería que compartíamos en la casa sacábamos mucho material. Para conseguir municiones, o sea las corcholatas, mis hermanos se lanzaban a las tiendas que antaño tenían hieleras para los refrescos y las cervezas. Las hieleras tenían sus destapadores  que se llenaban de corcholatas todo el tiempo. 

Antiguo expendedor de municiones para lanzafichas

El lanzacorcholatas consistía en una barra de madera con dimensiones aproximadas de 40x10X5, con un clavo en la punta se sujetaba una liga larga. Dentro de la liga se colocaba una corcholata y se estiraba hacia atrás en donde una prensa hecha con madera y ligas la sujetaba. Esta prensa era el gatillo que al hacer presión en la punta opuesta, liberaba la corcholata que salía chillando y buscando un ojo para pedir posada.

Después de describirla me hice a la tarea de buscarla y encontré este video.






Yo era muy chico entonces, pero recuerdo bien este artefacto. A veces jugábamos a tirar muñecos con corcholatas. Después, cuando ya tenía la habilidad suficiente, me dio por simplificar el asunto usando sólo ligas que estiraba con una madera y a buscar todo tipo de blancos, desde figuritas de plástico hasta las arañas patonas de las esquinas de mi cuarto.

Mucho después conocí un artefacto realmente letal que nunca utilicé porque sí estaba de miedo. El famoso dardo de popote. Este chistecito era un popote con un pasador para el pelo al que se le quitaban las puntas de goma y se amarraba a la punta. Una parte del pasador se enganchaba en una liga para estirar el popote y después soltarlo. Ingenioso pero definitivamente no recomendable como juguete.

  
En fin, estos juguetes no han quedado del todo en el pasado, pero jamás he vuelto a ver a niños jugando con artefactos así de rústicos. ¿Alguien llegó a jugar con estas maravillas?

sábado, 18 de agosto de 2018

1995: Noel Gallagher: Who Built Oasis?

Por J.C.
 
Escuché a Oasis por primera vez con la popular Wonderwall cuando recién fue lanzada como el tercer sencillo de su segundo álbum en 1995. Aunque mucha gente asegura haberlos conocido con las canciones de su primer disco, creo que esto es sólo cierto en el Reino Unido, pues según yo, al menos en México, su música se popularizó con el segundo. 


Recuerdo que me gustaba mucho esa canción y el video promocional de la misma: la canción la escuchaba en la radio (seguramente en Radioactivo), y el video en un VHS que un amigo de mi hermano le grabó con videos de la buena época de MTV



Tiempo después, otro amigo de mi hermano nos prestó el CD de (What’s the Story) Morning Glory? y me encantó, en especial la canción con la cual finaliza el álbum: la épica Champagne Supernova, hasta hoy una de mis favoritas de Oasis junto con All Around the World y Songbird, la única buena canción compuesta por Liam Gallagher.


Y es que, desde el álbum debut de Oasis en 1994, hasta el último disco en solitario de Noel Gallagher de 2017, siempre ha quedado claro el talento que posee este cantautor, en comparación con su hermano manlvado, para manufacturar canciones de la más alta calidad.

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Originario de Manchester y con una niñez poco afortunada, Noel Gallagher se las ingenió para convertirse en el compositor principal y formar una de las bandas más exitosas del Reino Unido de los años noventa y dos miles: Oasis.

Fue gracias a discos como Definitely Maybe (1994), (What’s the Story) Morning Glory (1995), Be Here Now (1997) y Don’t Believe the Truth (2015) que lograron cautivar a un amplio público alrededor del mundo con canciones de temáticas cotidianas y letras simples y directas.

DISCOSAQUI



Tras la disolución del grupo en 2009, Noel Gallagher continuó con su carrera como solista, y de 2011 a la fecha, ha lanzado tres álbumes de estudio con su proyecto Noel Gallagher’s High Flying Birds.


Aunque en sus dos primeras grabaciones se nota la clara experiencia de haber escrito temas para Oasis por más de 15 años, el tercer álbum muestra un Noel renovado y con una ambición de reinvención musical. Tan es así que este último disco Who Built the Moon? (2017) ha sido nominado al prestigioso Mercury Prize 2018, junto con producciones de otros artistas notables como Lily Allen, Arctic Monkeys y Florence + The Machine.



Según algunos estudios científicos, después de cierta edad (35 años en adelante) preferimos recurrir a gustos musicales del pasado que intentar descubrir nuevas opciones. Lo anterior puede aplicarse a muchos de los antiguos seguidores de Oasis, quienes no están dispuestos a abrir sus oídos a la nueva música de Noel.


Lo digo porque al disfrutar del set que presentó en la Ciudad de México en el Vive Latino 2018, éramos pocos los que disfrutábamos de las canciones tanto de Oasis como de Noel Gallagher’s High Flying Birds, mientras que la inmensa mayoría sólo esperaban los hits de Oasis. La clara prueba está en YouTube, pues al buscar videos de NGHFB en el Vive Latino 2018, sólo aparecen canciones de Oasis.



Es una lástima que en muchas de las ocasiones no estemos dispuestos a tomarnos el tiempo de escuchar las nuevas propuestas de artistas clásicos, perdiéndonos, de esta manera, de música de gran calidad hecha por grandes intérpretes.

Recomiendo ampliamente los tres discos solistas de Noel. Y en cuanto a Oasis: obviamente no necesitan promoción alguna. A buscar y disfrutar de Noel Gallagher’s High Flying Birds. No les vaya a pasar como a mí, que cuando era adolescente por una u otra razón nunca pude tener el álbum (What’s the Story) Morning Glory y, por lo tanto, nunca pude convertirme en un ávido fan de Oasis como ahora lo soy de Noel.